-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-, en caballo con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con su beso de amor!

Rubén Darío

De vuelta


Me siento un poco muchisisísimo estúpido. Será porque no escribo en el blog hace siglos o porque acabo de despertar de mi siesta de tarde que me ayuda a sobrevivir de noche. Bueno, lo que fuese, el caso es que estoy volviendo a escribir en el blog y lo haré frecuentemente porque quiero dinamizarlo y que no solo lo leamos Giovanni y yo.

Han cambiado algunas cosas. Dejamos de lado los estupidísimos seudónimos, y ya no solo escribiremos cuentos, también anécdotas y opiniones. Todas obviamente muy exageradas.


Ahora me siento muchisísimo más estupidísimo por no saber terminar este post, pero que se va a hacer, somos (Giovanni más que yo obviamente jajá) demasiado pichirruchis y pusilánimes.

Juanqui

Otra vez


No es hora de que me canceles, no es hora.
Te cancelaré a cualquier hora, eres un pichirruchi y yo una chica linda e inteligente. Además tú me dijiste que las chicas lindas no lloran por hombres, sino los hacen llorar. Y eso estoy haciendo ahora. Así que no puedo ir y punto.
¿Me vas a plantar sólo porque soy un pichirruchi? ¿Y yo no soy lindo acaso?
Sí, pero en ti no vale. Más pareces marica. Eres tan bonito que pareces mujer. Ya deja de joderme que estoy agarrando con otro tipo.
Pero, pero,…
Ya ves, no llores marica, hazte hombre carajo; ¡ya!, macho, macho, caracho, los hombres no lloran hijito.
Sí mamá, pero es que ella era tan linda y culta, era la mujer perfecta.
Ya tú lo dijiste, era. Ya déjate de huevadas y ven a chupar Ricardo.
Gracias muchachos, ustedes sin son verdaderos amigos.
Sí, lo somos. Pero tú…, haz algo bien y consíguete una chica muy buena.
¿Cómo?
Una chica buena pues, porque tú eres bien huevón, y si la chica no es buena, se da cuenta y te saca la vuelta.
Sí, tienen razón. Ustedes si son verdaderos amigos. Jamás me vuelvo a enamorar caracho. Ahora todas las voy a tomar a la ligera. Agarres nomás.
¡Bien dicho hermano! ¡Agárrate a Claudita! Que todo el mundo se ha dado cuenta que quiere contigo.
¿Sí? ¡Qué emoción! Justo me está empezando a gustar mucho, creo que me la voy a afanar…