oh sole mio

Los peores días son aquellos un tanto nublados, amanece sin sol y hace frío; casi siempre son en otoño. Sales a la calle y te das cuenta que la vereda está rota, que los carros contaminan y ese humo se te va impregnando en el cuerpo, las combis van llenas y seguro hasta te roban; los periódicos dan sólo malas noticias y que éste es un país de mierda.

Pero por eso estás tú hoy conmigo, nuestra cama es grande como el corazón, puedo acariciarte bajo una leve luz y con mi torpe tacto ir adivinando cada una de las partes de tu cuerpo; tus rizos largos me señalan el camino mientras tu respiración entrecortada se confunde la mía.

Aún recuerdo aquel día en que te conocí; ¿es que acaso tú ya no?, bueno aún huelo tu perfume combinado con el olor de una mañana calurosa en que la gente yace aletargada y camina lento por las calles desiertas pensando en qué hacer; tus ojos me gustaron pero ahora mejor no te digo, quiero acabar con todo; busco en el primer cajón del velador un tanto desvencijado; qué dices, ¿las pastillas para dormir estarían bien?, si me tomo todas no lo sentiré, en la cocina hay veneno pero me dolería y siempre fui cobarde; me dices que me lance por la ventana, no lo creo tan sólo son tres pisos, mejor espero un rato más. Lo que más extrañare será ese lunarcito allí abajo que ya es más mío que tuyo, la forma en que te muerdes los labios cuando te amo. Amigos si tengo aunque no lo creas, son pocos y aún siguen en la universidad, donde no regresaré jamás. El día que me retiré fue memorable, me despedí con un gran váyanse a la mierda; en serio, ¿no crees acaso que oriné en la puerta cuando todos salían? Mejor hablemos de otra cosa, ¿quieres escuchar algo de música?, Pavarotti estará bien, la vida puede ser como una canción de Pavarotti: es bella si la entiendes, si sabes de música, sino es como algo que pasa sin sentido y estas esperando para que siga la siguiente.

Mejor las pastillas, el día está horrible y mejor sería dormir, te quiero, te quise siempre y me jode no seguir contigo; recuperar los años perdidos y que pasé de borrachera en borrachera en vez de besarte para sentir tus labios moviéndose, abrir mis ojos y verte tan linda, tan mía.

Tan sólo baila conmigo una canción, ¿qué dices?; oh sole mio me gusta, yo se que bailo mal, pero ven párate, quiero bailar desnudo contigo y ya va a ser hora, es mi último día y se me acaba el tiempo; te contorneas suavemente y puedo sentir tu cabeza en mi hombro, tus ojos se cristalizan; te doy un beso, muevo tu cabello hacia un lado; no, detrás de las orejas no me gusta, quiero juntarlo en mis manos y olerlo, que ese olor llegue a mi mente, me asfixie, me emborrache para no olvidarlo nunca y que rocíen esa esencia a la hora del funeral; ah y que no haya curas por favor; te encargas okay.

Colgarse siempre me pareció estúpido, pues es más difícil y el vaivén de mis pies inertes le dará la bienvenida a los que vengan a ver al pobre diablo que se suicidó una tarde en que ya no hacía calor y el sol se escondía para no verme jamás.

No creo que esta realmente haya sido mi vida, quizás me equivoqué desde el principio y viví el destino de otro hombre; así me siento ahora y veo a mi alrededor, mi soledad, mi pobreza y abandono; sentado en un sillón que cruje y sin saber siquiera cómo matarme, nunca supe nada y creo ese fue el problema. Espero conocerte en la otra vida, porque en esta no me va a alcanzar el tiempo a pesar de que me apuré bastante, pero sé que existes y estás ahí, esperándome hasta siempre; yo en este valle de lágrimas viví sin ti y hoy en mi último día me conformo con hablar contigo sin saber tu nombre, tu dirección, ni tu teléfono o algo; porque me muero. Me decidí por las pastillas, te quiero abrazar pero ya no estás más, pues no te veo , el techo está demasiado alto y quizás seas tú la que pase por la calle en este momento, me voy solito eso sí, a mi nadie me bota; si algo sé, es que tú estas cerca, te puedo sentir de nuevo en este cuarto ya derruido y veo mi sombra solitaria a pesar que estás conmigo, entonces la primera pastilla estaba amarga, la segunda ya no la siento, un poco de agua; me duele la cabeza, mis ojos se cierran; no me despiertes mi amor; ni siquiera puedo cantar oh sole mio, estoy sentado, cada vez siento más el cansancio; estas pastillas son buenas, con unas 20 será suficiente ¿tú crees?, la gente siempre me odio y ahora me estoy odiando yo también, a quien se le ocurre suicidarse sin dejar una carta, no compre un trago, quisiera fumar un último cigarro y los ojos se me cierran, estoy solo como nunca y tu no existes, te quisiera buscar pero tengo sueño, espero no tener pesadillas porque me dan miedo, te veo borroso aunque nunca supe si tus ojos eran negros o marrones; no me doy tiempo para eso, me muero poco a poco y chau, nos vemos después. Cierras la puerta cuando te vayas si puedes, no quiero que me rescaten luego; mas bien dame un último beso, para sentir tus labios y saber en mi siguiente vida como son, identificarte, conocerte y vivir contigo, lo podría hacer ahora pero no, esto fue una mierda y sólo quiero descansar mientras la noche se torna nítida y puedo recordar lo bueno que hubo, es ya tarde para arrepentirme, te quiero y me voy, espero no recordar nada de esta vida excepto a ti, pues todo fue un error; en la siguiente voy a aprobar mis cursos y no fumaré tanto, pero esta ya fue.

José María

0 comentarios: