Castidad


Claudita era la chica con las mejores piernas del colegio. Las más torneadas bronceadas y bellas piernas. Ver sus piernas apenas cubiertas por su falda colegial era el mejor espectáculo del mundo, y la razón por la cual todos los chicos íbamos a clase en vez de fugarnos a un internet a hacer algo más productivo. Era una cosa de locos, no había un solo minuto en clase que yo no la dejara de mirar e imaginármela encima de mí, en una ocasión aluciné que…
Oye sabías que…, Renata interrumpió a mi creatividad. En clase las carpetas eran para dos personas, y Renata era la gordita chismosa que se sentaba a mi lado. ¿Sabías que cuando una pareja que recién se conoce tiene sexo, al terminar siempre la mujer se siente mal, excepto cuando está menstruando que es cuando el hombre se empieza a sentir mal? ; No, no lo sabía; Fíjate, todas las cosas que se encuentran en internet, ahora ya sabes para cuando lo quieras hacer jajá; No nada que ver yo me pienso aguantar hasta cuando me case, y además nica, yo sé muy bien que no me sentiría mal; ya ya, cállate y atiende que el Chávez nos está mirando.
Oye Ricardo, irás a la fiesta de hoy supongo; y no va a ser mihermano, de todas maneras, además va a ir Claudita y ya la vi que me está mirando, fácil y me la agarro esta noche; qué te la vas a agarrar tú, inútil; ya vas a ver, te digo que me ha estado mirando toda la clase de matemáticas; qué te va a estar mirando, fácil y estaba mirando a Renata, creo que antes de agarrar contigo se vuelve lesbiana; ya muy chistoso pero vas a ver; mira si tú te la agarras yo te hago un monumento.
Limpio: listo, bañado y sacramentado. Olor: Listo, el más caro Hugo Boss que le robé a mi papá. Ropa: Lista, camisa negra nueva, blue jean nuevecito y recontra moderno, y las Vans por las que le lloré a mi mamá. Dinero: listo, todo lo que tenía mi alcancía y todo el vuelto del pan de las últimas dos semanas. Mmm… qué me falta, qué me falta. Dios casi lo olvido, mi llavero de la suerte, sin él no la hago. Todo listo, prepárate Claudita que hoy día arraso contigo.
Gracias pa, ya nos vemos, si está bien, a la una no te preocupes. Entro macho, seguro de mí mismo; hola qué tal; Ricardoooo, oye mihermano yo creí que ya no venías, que son estas horas de llegar; nada que me estaba alistando, ya sabes que hoy la hago; jajajá mejor chupa, es trika, ta buena; gracias, pero mejor no; chupa nomás, para que saques valor y te agarres a la Claudita; bueno, bueno está bien.
Mira, allastá, mestá mirando mestá mirando, mestá haciendo ojitos, ayyy carajo estoy enamorado; jajá ya estás demasiado ebrio, deja de decir cojudeces; no, no míiiirala, miiiira como mestamirando, comomemiiiira, qué bonito, ayyy cuánto lamo, pero creo que ya no la hago, voy a morir de amor, voya moriiir ella no me quiere, préstame tu hombro hermano que voya llorar un poco; mira se paró; sí, se paró, y se está acercando a nosotros, pero mira que liiiinda y mira sus piernas, ay Dios creo que voy a moriiiir de amooor; Hola chicos, hola Ricardo, cómo estás; pues muy bien y tú qué tal, cómo la estás pasando; bien nomás, oye quería decirte una cosa, qué tal si vienes un toque; sí como gustes.
Entré a una habitación luego de subir las escaleras. Estaba oscuro y yo estaba demasiado ebrio. Sólo recuerdo que caí en la cama, ya estaba sin camisa y Claudia se subió encima de mí. Yo sabía que querías conmigo, le dije, ya te había visto mirándome en clase, yo sabía que tú me querías; no te ilusiones, sólo te deseo, te tengo unas ganas enormes; es lo mismo, yo te viiii viéndome. Fui despojado de mi ropa y luego vi, aunque no recuerdo muy bien, las hermosas piernas, ahora sí, totalmente desnudas de Claudia, que se balanceaban encima de mí, mientras escuchaba un gemidillo de placer. Luego no recuerdo nada.
Me levanté a eso de las ocho y lo primero que vi fue mi miembro desnudo junto al trasero de Claudia. Me quedé unos segundos pensando, tratando de recordar. La vi indefensa, dormida. Recordé lo que pude, me puse raudamente mi pantalón y salí despavorido mientras me colocaba mi camisa. Corría, corría lo más rápido posible para evitar pensar, no quería pensar, corría hasta que me cansé demasiado y me senté en la vereda de una calle desolada. Yo no aguanté más y me puse a llorar, a gimotear como un bebé, qué estúpido había sido. Me acordé de mis padres y revisé mi celular: estaba apagado. Deberían de estar buscándome. Seguro y habían llamado a la policía. Pero yo no quería saber nada con nadie, había cedido a mis instintos, había perdido mi voluntad y había caído en la tentación, cada vez me sentía menos humano. Y yo que decía que me aguantaría hasta el matrimonio, y yo que creí que mi primera vez sería genial, con bombos y platillos, fuegos artificiales y demás, con una mujer a la que realmente amara. Y estaba ahí sin siquiera acordarme como fue. Sonreí un poco al recordar con quién había sido y que se lo podría contar a mis amigos, pero caí de nuevo, había sido un imbécil, un abúlico que no se acordaría de su primera vez, ¿eso realmente merecía ser contado? ¡Qué decepción!
Talvez era cierto, talvez Claudia estaba con la regla, o qué sería. Lo único que sé, es que perdí aquel regalo de Dios que fue mi castidad, talvez sea exagerado, pero era algo que yo apreciaba mucho. El amor nunca volvió a ser lo mismo.


Chernobyl

1 comentarios:

AAC. dijo...

¿eso realmente merecia ser contado? por eso fue que nacio esa historia y lo triste es q no se puede cambiar nada las cosas solo pasan una vez ya ocurridas es triste saber que abrimos antes el regalo de bodas de ya fue y ahora quedaraescrito.