Disturbios en la biblioteca


No me gusta la psicología, es más, la detesto. No sé por qué diablos nos enseñan tantos cursos relacionados con la psicología. Yo quiero ser un abogado y punto, para que tanto subconsciente, análisis transaccional, metaergs, y tantas idioteces. De hecho ni siquiera quiero ser abogado, mi sueño es escribir, pero que se puede hacer en este desgraciado país en el que si no eres abogado u economista difícilmente saldrás en televisión. Bueno, el punto es que otra vez Eric Berne hostigaba con sus "guiones" en un trabajo para el doctor Céspedes.

La biblioteca estaba medio vacía, o medio llena para el optimista de Juanqui. Estábamos él, Ósquitar, Fernando, Carloncho y yo en la misma mesa. De pronto unos energúmenos de no sé qué carrera (seguro que publicidad o arquitectura, esos son los más anormales de la universidad) entraron haciendo una bulla infernal, haciendo que los triunfadores, no-triunfadores y fracasados que tanto me habían costado entender se alejaran de mi atención.

- Ta mare -dije en voz baja para mis amigos-, si no se callan los reviento a cabezazos.
- Son cinco - se rió Osquitar.
- Nosotros también -bromeó Juanqui.
- Yo contra el gordito de azul- anuncié.

Un instinto infrahumano se apoderó de mí. Me levanté y sin entenderlo bien yo mismo agarré al gordo de azul y le metí un cabezazo en la nariz del que no se recuperaría en varios días. Sus amigos se abalanzaron a mí. Los míos a ellos. Y se armó un bochinche tremendo. Nosotros luchando contra esa sarta de gaznápiros. Yo salvé de las manos del más agarrado de todos al pobre de Juanqui, que ni pelear sabía. Entre Oscar y Carlos tumbaron a un pelirrojo corpulento con un piercing en el labio superior. Desgraciado, grité, partiéndole la crisma al casi verdugo de Fernando que yacía semiinconsciente rodeado de libros en una de las mesas.

El griterío y los improperios sazonaron el combate, lo que alertó al bibliotecario. Este sacó de su escritorio una macana de metro y medio con las que nos amenazaba de suspendernos de la biblioteca por quince días si seguíamos haciendo ruido.

- Giovanni, Giovanni, deja de pensar y mirar el horizonte, que sólo nos quedan quince minutos.



Juanqui

4 comentarios:

El tuerto y los ciegos dijo...

la verdad es que tu "cortito" es realmente entretenido :) e interesante me agrado muchisimo :D sigue asi!

Nirali dijo...

estuvo muy lindo!
como siempre juanki =)

AAC. dijo...

es como si ametrellaras contra mis pasiones psicologia..idioteces'=? publicidad anormales XD? y x ultimo juanki el heroe? q xu?
me gusta tu estilo bro sigue practikndo aunk me gusta mas la historia de morir de amor una cosa asi

Abuelo dijo...

osea q t crees energumeno, bruto, inutil...
Me parecio genial, genial, genial; una d esas cosas q waa, rpo no t quita lo d inutil, ni lo d bruto y menos lo d energumeno...
jajajajaja
la kgaa juanki, la kgaa...
^^