El gran día

Ya pasaron las dos semanas que tuve que esperar impaciente para salir con ella. No la entiendo a veces, quizás no quiere salir conmigo porque me considera un perdedor. Trato de pensar que es demasiado ordenada y tiene todo su tiempo casi cronometrado pues cuando le dije para salir me respondió rápido sin pensarlo: ya, está bien, pero dentro de dos semanas. Y yo un tanto desilusionado le pegunté el día, como clamando piedad y no me cagues así, tan feo, el miércoles, me dijo, tengo muchas cosas que hacer estos días.
Lo más seguro es que tiene que salir con un montón de tipos y yo sólo soy un número más para ella, bueno así me siento. El hecho es que quizás sólo tenga una oportunidad con ella y lo tengo que hacer lo mejor posible. Nunca he sido bueno para estas cosas, quizás me ponga a hablar estupideces, se aburra y me mande a rodar por ser tan loser.
Era miércoles, el gran día. Entré a la clase abriendo la puerta imprudentemente. El profesor trataba de explicar unos cuadros en la pizarra pero todos dormían o conversaban alegres.
Esperé el cambio de hora, se me notaba nervioso. Muchachos, hoy saldré con Gabriela, no sé qué hacer, estoy nervioso. Las voy a cagar todas y me va a odiar. Ya no tengo tiempo para hacer algo especial, quizás ustedes me puedan dar algún consejo que me sirva.
No te preocupes, Renato, -dijo el Chino- Todo va a salir bien si piensas antes de hablar, sé que no es tu fuerte pero eso es importante. Pórtate como un buen tipo, eso les gusta casi a todas.
Jaime era el mayor de todos, estaba cursando su segunda carrera y a veces se juntaba con nosotros en el cambio de hora. Escuchó la conversación y le pareció divertido opinar. Mira, esto es fácil. Todo se trata de comunicación, que te conozca bien y si tienes suerte se enamora de ti. Llévala a un lugar tranquilo donde se pueda hablar bien y hablen todo lo que puedan. Sé cortés. Cuando caminen que ella siempre vaya a la derecha, no te olvides, no cruces por delante de ella, no digas lisuras y dile algo bonito cuando la saludes. Nada más.
Yo sabía que Jaime me iba a ayudar. Creo que sí puedo hacerlo.
Hablar y ser educado, se dará cuenta que soy un caballero y todo estará bien. Sabía que los consejos me iban a servir, esos pequeños detalles hacen la diferencia.
Mario miraba incrédulo a Jaime, estás huevón, esas son cosas sencillas que todo el mundo sabe. Lo que tienes que hacer, Renato, es regalarle algo al momento de saludarla. Sería perfecto una rosa roja; aunque sería muy pronto creo. No, mejor no, te estarías lanzando a la piscina y puede que esté vacía. Un chocolate está bien, una Princesa de luca al momento de saludarla, y le sueltas el piropo, vas a ver cómo se pone. Llévala a tomar un café nomás, y eso sí, hablen todo lo que puedan. Es importante que la acompañes cuando se vaya, huevón, no importa que viva en el culo del mundo y cuando la despidas te persiga medio centenar de pandilleros sobreexcitados, no importa. Vayan hablando en el taxi y le vas diciendo cosas bonitas al oído, luego te la agarras.
Un café será entonces, es la mejor idea. Pero no estaré en un café toda la tarde. ¿Qué voy a hacer después del café?
Mauricio irrumpió el diálogo con su vozarrón, estaba despeinado y olía a licor como siempre. Está bien todo lo que dicen, pero yo te voy a decir la verdad. Báñate antes; échate perfume pero no mucho que puedes parecer marica; aféitate bien; lávate los dientes; y plancha tu ropa carajo que mira cómo vienes. No la lleves en combi, están llenas de pendejitos y la pueden puntear. Hay tres cosas importantísimas que tienes que hacer: no te tires pedos; no le mires las tetas, porque las mujeres se dan cuenta de eso y hazte una paja antes de salir, porque los hombres pensamos mejor sin semen en el cerebro.

- Lo de los pedos lo entendí y menos mal que me dijiste lo de las tetas, ¿pero es totalmente necesario masturbarme antes?
- Yo sé lo que te digo, Renato, y no lo hagas en la cama porque te puedes quedar dormido.

Todos quedamos callados un rato, yo memorizando todo y mis valientes consejeros ultimando los detalles de la ya controversial y más que seguro deplorable cita que tendré.
Esperaba como quien espera la muerte de rodillas el último consejo de mis amigos, cuando Memo, el más joven de todos después de mi, se interpuso en medio de nuestras miradas incrédulas, pues ¿qué puede saber él?

-A ella le gustan los tipos zalameros, melosos. Yo conocí a su último enamorado y todo el tiempo le estaba dando besitos, la abrazaba y ella feliz.
Así que desahuévate y ponte mosca, vivo porque sino te va a cagar.

Quise decirle que yo no soy así. Soy más bien un tipo reservado y no hablo mucho. Iba a preguntarles sobre qué temas podíamos tener en común para hablar, yo pensaba en Literatura pero ellos se adelantaron casi a gritos:

- Carajo, no hables de literatura ni de libros, ni nada por el estilo. Si lo haces se va todo a la mierda.

No sé por qué tengo que fingir y simular tanto. Quisiera ser yo mismo cuando esté con ella. Me gusta la Literatura y quisiera compartir lo que sé sin que mis amigos se opongan. Quizás no me sienta cómodo esta tarde simulando ser un algo que no soy y teniendo una cháchara sobre cosas sin interés. Si ella fuera un poco diferente todo saldría mejor. Quizás no es la chica para mí, pero igual saldré con ella hoy y haré todo lo que pueda.

- Gracias, muchachos. No sé qué haría sin ustedes. Deséenme suerte más bien.

Hoy es el gran día. Nada puede salir mal.


Giovanni B.

3 comentarios:

L e p i z dijo...

No te preocupes Giovanni Barletti ...sigue siendo el Nominado al Premio Webon del Año ! fijo fijo se la lleva ....

Romañitas dijo...

wow!!! bien ahí! giovanni! por fin estás escribiendo como podrías! sigue imitandome y llegarás lejos jajajajaja
no mentira!! está muy paja en verdad! me tendré que esforzar mucho y talvez dentro de dos años y medio logre algo así!
felicitaciones! =D

Juanqui

FernandO dijo...

TE DIJE Q STA MEGAARCHIHIPERRECONTRAULTRAMEGA XVERISISISIMO!!!! FELICITACIONS SIG ASI!